La capilla del Parque Cementerio Jardín Memorial se preparó temprano para recibir a importantes personalidades de la comunicación, y a cientos de alumnos y ex alumnos que pasaron a darle el último adiós al profesor Nova Ramírez, quien se desempeñaba como director de la Escuela Nacional de Locución que ayudó a fundar junto a Otto Rivera y María Cristina Camilo hace ya mucho tiempo.
Sus restos serán sepultados esta tarde a las tres. Antes se oficiará una misa de cuerpo presente en la misma capilla del cementerio.
María Cristina Camilo, otra maestra de la locución, lo define como un trabajador incansable, buen amigo, forjador de generaciones de locutores que hoy sus voces “circundan por los aires impulsadas por las ondas hertzianas. “Trabajé con él en la Voz Dominicana, Radio Comercial y otros medios, y te puedo asegurar que era un caballero, trabajador y preocupado por los jóvenes”, dijo.
El Profesor, título que se ganó por formar a los locutores del futuro, identificó por muchos años la voz comercial de la Cadena Azul de los Tigres del Licey, donde estuvo activo hasta la temporada pasada.
Juan Nova (hijo), siguió los pasos de su progenitor en la locución, y lo define como “un gran padre que supo educar a sus hijos, y enseñarle que los valores y la unión familiar es lo principal en el ser humano”.
“Me siento orgullosa de que fuera mi profesor de locución, fue un hombre lleno de amor y enseñaba a sus alumnos con pasión porque amaba enseñar”, dijo Ana Rosario, una ex alumna de Nova Ramírez.
Juan Nova Ramírez nació en la capital en el 1940, se crió en Villa Francisca, en la calle Enriquillo con Caracas. Su padre era chofer del Instituto de Cardiología. Le sobreviven su viuda Marina Tejeda, sus hijos Juan, Lily, Rosanna y Gerardo.
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