En nota de prensa firmada por Juan Francisco Puello, Comisionado de la Confederación de béisbol del Caribe, se destacan los méritos de los exaltados, que además de Clemente y Marrero incluye a los puertorriqueños Juan ‘Igor’ González, Bernie Williams y Héctor Villanueva y al cubano Napoleón Reyes.
El desaparecido Roberto Clemente Walker ha sido el pelotero más emblemático de Puerto Rico, exaltado por sus hazañas al Salón de la Fama del béisbol profesional en Copperstown, Nueva York. Incomprensiblemente, pese a su gran desempeño en las Series del Caribe de 1955 y 1958, donde promedió para .358 de bateo, no había sido elevado aún al ‘Templo de los Inmortales’ del béisbol regional.
Juan ‘Igor’ González, quien participó en los Clásicos caribeños de 1990, 1995 y 2007, dejó establecido hasta el momento el sexto mejor promedio de bateo en estas competencias. Bernie Williams e Igor González formaron parte del ‘Dream Team’ de Puerto Rico que ganó la Serie del Caribe de 1995.
Williams compitió además en los torneos de 1987 y 1997, y en el de 1995 fue líder de slugging y colíder en cuadrangulares y total de bases alcanzadas. Los veteranos cubanos Conrado Marrero y Napoleón Reyes se destacaron en el béisbol profesional caribeño antes del triunfo de la Revolución de Fidel Castro en 1959.
Marrero, conocido como el ‘Guajiro de Laberinto’ y fallecido el pasado año en La Habana, compitió en la primera etapa de estas Series, en los años 1949, 1950, 1954 y 1957, saliendo campeón con los clubes cubanos de 1949 y 1957.
Se le recuerda por ser el autor de la primera blanqueada en estos Clásicos, en los que terminó con marca 2-2 y 1.59 de efectividad en 28 y un tercio de entradas. Napoleón Reyes fue un exjugador de Grandes Ligas y exitoso dirigente en la primera etapa de las Series del Caribe, las que ganó en 1954, 1957 y 1958, estas dos últimas con los Tigres de Marianao.
Reyes también es recordado en Puerto Rico como dirigente de los Senadores de San Juan y los Criollos de Caguas.
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