SANTO DOMINGO. Además de asegurar el futuro económico de varias generaciones suya, Johnny Cueto puede en cualquier momento de estos días mover un lapicero de izquierda a derecha sobre varias hojas de papel y con ello llevar el pitcheo dominicano a otra dimensión.
Desde que los Dodgers superaron la simbólica cifra de US$100 millones en un contrato en las Grandes Ligas con Kevin Brown en 1999 se han entregado otros 60 pactos de nueve dígitos entre los que figuran ocho a jugadores criollos.
Sin embargo, ninguna ha sido lanzador. Hay que irse a 1997 para encontrar el acuerdo más grande conseguido por un pitcher quisqueyano, los US$75 millones que los Medias Rojas dieron a Pedro Martínez tras adquirirlo desde Montreal.
Ya sea porque desde la irrupción en los 90’s del hoy inmortal no haya aparecido un pitcher nativo de nivel parecido o porque quienes tenían el potencial prefirieron asegurar su futuro temprano con otras opciones antes de aterrizar en la agencia libre, los mega contratos han estado lejos de los brazos exportados por el país al Big Show.
Cueto rechazó el mes pasado una oferta de US$120 millones de los Diamonadbacks y los reportes más recientes hablan de que su abogado pide por el derecho petromacorisano entre US$140 y US$160 millones con los Cardenales como grandes postores.
El dinero que se ha entregado a lanzadores de su calibre desde que se abrió el mercado dan razones para no sorprenderse si Cueto puede conseguir en un acuerdo el dinero que Martínez logró en su carrera (US$146,2 millones), que lo hacen el pitcher duartiano a cuyas cuentas más dinero se ha depositado.
Si bien sobran los casos que hacen de las excepciones regla, el riesgo que representa entregar tanto dinero y por largo plazo a un lanzador ha sido factor no solo para los que comparten ciudadanía con Juan Marichal y Mario Soto. De los 61 contratos que superan los US$100 millones 43 han sido a jugadores de posición para un 70%.
Ubaldo Jiménez tenía 24 años en la temporada muerta de 2008 y venía de culminar su segunda campaña con Colorado con foja de 12-12 con el liderato de aperturas en la Liga Nacional (34) cuando aceptó un pacto que luego lamentó: US$10 millones por cuatro años hasta 2012.
En 2010, Jiménez tuvo el mejor porcentaje de ganados y perdidos del Viejo Circuito (.704) con 19-8, pero lo hizo por US$1,2 millones. Su oportunidad de pactar por una suma de respeto apareció después de 2014 cuando pudo reencontrarse y Baltimore le dio US$50 millones.
Bartolo Colón tuvo que ganar 110 partidos y esperar hasta los 30 años para conseguir el acuerdo más grande en dinero de su prolongada carrera cuando los Angelinos les dieron US$51 millones. Cuando se suma todo lo que Colón ha ganado en sus 18 temporadas que incluye un Cy Young faltan cinco millones para llegar a los 100.
Francisco Liriano tuvo que someterse a una cirugía para reparar tendones en su codo izquierdo cuando a los 22 años prometía un mundo y no fue sino hasta llegar a los 30 que encontró la regularidad que generó la confianza para toparse con un contrato de US$39 millones.
Yordano Ventura, una perla con dos visitas a la Serie Mundial a los 24 años, acaba de amarrarse hasta los 28 en un acuerdo en el que los Reales tienen dos opciones de US$12 millones para 2020 y 2021. Entre 2015 y 2019 recibirá como salario US$21 millones.
NPerez@diariolibre.com
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