NUEVA YORK.— Derek Jeter será el centro de atención mañana, en el día de apertura en casa de los Yanquis.
Este será el último día inaugural del capitán de los "Bombarderos" de El Bronx en Yankee Stadium, diamante en el que —viejo y nuevo— ha dejado su huella desde 1995.
En febrero, Jeter anunció que el 2014 será su última temporada en Grandes Ligas.
Como no podía ser de otra manera, los Yanquis buscan que cada día sea especial para su capitán.
Por ello, mañana Jeter tendrá la compañía de los otros tres pilares que ayudaron a la franquicia a conquistar los últimos trofeos de Serie Mundial.
Mariano Rivera y Anddy Pettitte, quienes dijeron adiós a finales de la pasada campaña, serán los encargados de hacer el primer lanzamiento.
Detrás del plato estarán Jeter y Jorge Posada, el catcher boricua que dijo adiós al final de la temporada 2011.
Como ocurrió con Rivera en 2013, Jeter ha empezado a recibir homenajes de otros equipos.
Los Astros de Houston —el equipo que tuvo la selección No. 1, pero dejó pasar a Jeter en el draft de 1992— fue la primera franquicia que honró la legendaria carrera del campocorto que nació en Pequannock Township, New Jersey, y creció en Kalamazoo, Michigan, soñando con defender a los Yanquis, el equipo del que se enamoró cuando su abuela le trajo a Yankee Stadium.
¿Será que las estrellas estaban alineadas para que Jeter brillara bajo las luces del histórico escenario de El Bronx?
O sino, ¿cómo se entiende que los Astros no hicieran caso a su buscatalentos, Hal Newhouser, que les rogó que escogieran a Jeter?
El scout estaba totalmente convencido de que Jeter convertiría a la franquicia en un equipo ganador.
Los ejecutivos de Houston dijeron que no, porque necesitaban más de un tercera base que un shortstop; además, temían que Jeter exigiera un bono de un millón de dólares para renunciar a la beca que había recibido de la Universidad de Michigan.
Houston seleccionó a Phil Nevin, la máxima estrella en el beisbol universitario, que firmó por 700 mil dólares.
Si los Astros seguían el consejo de Newhouser —quien renunció a su trabajo como protesta por no hacerle caso— Jeter hubiera compartido el infield con el inicialista Jeff Bagwell y el intermedista Craig Biggio, dos peloteros con credenciales para el Salón de la Fama.
Fueron los Yanquis quienes se quedaron con Jeter, con la selección No. 6, luego de que los Astros escogieron a Nevin; los Indios al lanzador Paul Shuey; los Expos al infielder B.J. Wallace; los Orioles al jardinero Jeffrey Hammonds; y los Rojos al jardinero Chad Mottola.
Dick Groch —que ahora trabaja para la organización de los Cerveceros de Milwaukee— fue el responsable de que Jeter llegara a Nueva York, siguiendo cada jugada del campo corto de los Yankees.
Newhouser y Groch sabían bien del potencial de Jeter, quien ha conectado 3,318 imparables y suma cinco anillos de Serie Mundial: 1996, 1998, 1999, 2000, 2009.
Los Astros aún no han logrado su primer título del 'Clásico de Otoño'.
"Fui afortunado al ser seleccionado por el equipo con el que quería estar, del que fui fanático desde mi niñez:, dijo Jeter en Houston, donde los Yanquis jugaron la primera serie de 2014.
Entre otros logros adicionales, Jeter fue el Novato del Año en 1996; fue nombrado el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial del 2000, contra los Mets; ha sido convocado a 13 Juegos de Estrellas; ha ganado cinco Silver Slugger Award (bateo) y cinco Rawlings Gold Glove Award (defensa).
Un estadio repleto será testigo hoy del comienzo del fin de la actuación de Jeter en Yankee Stadium, en serie de tres juegos contra los Orioles.
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