Su temporada. Su legado. Su reinado en la NBA. Todo eso en juego, y el Heat de Miami respondió como los campeones que son.
Lo hicieron con una soberana paliza. El Heat dice presente en la final de la NBA tras doblegar a los Pacers de Indiana, cuyas ilusiones de una sorpresa se diluyeron en un abrir y cerrar de ojos.
Al compás de 32 puntos de LeBron James y el despertar de Dwyane Wade, Miami disputará otra final de la NBA tras arrasar el lunes 99-76 con los Pacers en el séptimo partido de la serie por título de la Conferencia del Este.
Luego de una postemporada marcada por su bajo rendimiento, Wade aportó 21 puntos para los campeones vigentes de la NBA.
Miami tomó la manija del partido con 33 puntos en el segundo cuarto, manteniendo una amplia ventaja durante el segundo tiempo luego de seis reñidos partidos frente a los Pacers.
La gran final de la liga comenzará el jueves, con Miami de local frente a los Spurs de San Antonio, el equipo de Tim Duncan, Manu Ginóbili y Tony Parker. Será la tercera vez consecutiva que el Heat accede a la serie por el campeonato de la NBA.
"Son un grupo fantástico de jugadores", dijo Micky Arison, el dueño del Heat. "Hasta ahora, nos han ofrecido una temporada increíble pero aún falta mucho".
Todo pudo haber terminado en fracaso el lunes. El Heat intercambió victorias y derrotas con los Pacers en los seis primeros partidos de la serie, y venían de su peor desempeño ofensivo en el sexto duelo.
Pero respondieron de forma arrolladora, pese a que su efectividad en tiros de campo estuvo por debajo del 40 por ciento.
"Pudimos cumplir con todos los recursos que teníamos a disposición", dijo James.
El Heat estuvo al frente hasta por 28 puntos, una sideral diferencia en la que el marcador global previo al choque del lunes tenía al Heat al frente 569-564.
El inicio no fue del todo dominante para los dueños de casa, abajo por seis en los primeros compases y luego 21-19 en contra tras el primer cuarto. Todo pintaba para otro final de infarto.
Ni de cerca.
A falta de 5:08 por jugar, James le estrechó la mano al retirado futbolista David Beckham mientras se dirigía al banquillo. El Heat había sentenciado el duelo para entonces. Empleados de seguridad empezaron en esos momentos el ritual que ya es habitual en Miami: rodear la cancha con una soga amarilla para así mantener a raya a la gente durante la ceremonia de entrega del trofeo.
"No puede dar nada por seguro", dijo Wade. "Alcanzar la final tres años seguidos es una gesta extraordinaria. No más estoy contento de que hemos podido lograrlo. Lo que pasó en los primeros seis partidos no tuvo ningún significado para nosotros. Este era el momento. Era el séptimo partido. Todo giraba en encontrar la manera de ganar en casa".
Esta es una temporada de todo o nada para el Heat, que no se conforma con el cetro del Este.
Ray Allen añadió 10 puntos para Miami, que obtuvo su victoria número 78 de la temporada, igualando el undécimo mayor total en la historia de la NBA.
Roy Hibbert anotó 18 puntos para Indiana, pero el estelar Paul George salió del partido por acumulación de faltas y con apenas siete tantos. David West añadió 14 puntos, mientras que George Hill coló 13 y Lance Stephenson registró 10.
George fue el último jugador de Indiana que permaneció en la cancha mientras Miami preparaba el festejo. Quiso estrechar la mano de todo jugador del Heat hasta que el entrenador de los Pacers Frank Vogel le guió rumbo al vestuario del conjunto visitante.
Eventualmente, algún día, George tendrá su momento para celebrar.
"Lo excelente es que somos un equipo joven y que ya pasamos esa etapa de equipo en formación", dijo George. "Este ha sido nuestro primer año saboreando lo que es el éxito. Al ritmo que vamos, muy pronto vamos a conseguir campeonatos".
Se están acercando. De perder en seis partidos ante Miami en la segunda ronda el año pasado, los Pacers se despidieron ahora tras siete duelos en la final de la conferencia.
Pero este es el presente de un equipo de Miami, ensamblado específicamente para atrapar títulos. Esta será la cuarta final para el Heat, campeones en 2006. Y han alcanzado la final en los tres años de la era del tridente conformado por James, Wade y Chris Bosh. Perdieron ante Dallas en 2011 y luego vencieron a Oklahoma City en cinco partidos el año pasado.
Miami venció a San Antonio en los dos partidos que disputaron esta campaña, pero la verdad es que no se pueden tomar como barómetro para la final. Los Spurs le dieron descanso a cuatro de sus principales fichas en el primer encuentro, y el Heat tuvo a tres lesionados.
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